Oristano, la ciudad de la Sartiglia

Oristano, antigua ciudad de origen medieval, por su historia y los extraordinarios testimonios arquitectónicos y artísticos de su precioso pasado, representa una de las realidades más importantes del inmenso y variegado patrimonio cultural de Cerdeña.

Al acoger a los habitantes de la antigua ciudad de Tharros, que huían de las continuas amenazas sarracenas, la aldea bizantina de Aristanis fue nombrada en el año Mil nueva capital del Juzgado de Arbórea. Esta importante institución llegará a ser la más longeva de las cuatro realidades de juzgado que caracterizaron la Cerdeña medieval. Efectivamente, la conquista catalano-aragonesa del Reino de Cerdeña, que empezó en 1323 y terminará la experiencia de los reinos de juzgados sardos, podrá incluir Oristano y su antiguo reino entre los territorios conquistados, sólo en 1420. 
En aproximadamente quinientos años de historia, del siglo X al siglo XV, el Juzgado de Arbórea expresó una cultura de alto nivel. Preciosos documentos atestiguan la riqueza y la distinción de esta ciudad medieval todavía hoy reflejada en los monumentos de la arquitectura civil y religiosa. La antigua ciudad, cercada de muralla y torres a finales del siglo XIII por manos del juez Mariano II de Arbórea, cuyos restos quedan visibles en el corazón de la ciudad, representó durante varias décadas el símbolo de la lucha contra la conquista catalano-aragonesa de la isla. 
En la segunda mitad del siglo XIV, la capital y el Juzgado de Arbórea vivieron momentos de máximo esplendor político y cultural. Se trata de décadas donde los soberanos Mariano IV y su hija Eleonora promulgan la Carta de Logu, el moderno código de leyes que gobierna la justicia en el reino de Arbórea. El mismo código, una vez lograda la conquista definitiva por parte de catalanes y aragoneses, se extenderá a todo el Reino de Cerdeña y será la ley de la isla en su totalidad durante todo el periodo de la dominación española y, en parte, de la de los Saboya, hasta 1827, año de promulgación del Código de Leyes civiles y criminales por Carlo Felice. 
Durante las primeras décadas del siglo XV, con la conquista catalana, parte de los territorios del Juzgado de Arbórea constituirán el Marquesado de Oristano, título y territorio que en 1478 pasarán directamente bajo el control del propio rey de España. Al año siguiente, Oristano se eleva al rango de Ciudad Real recibiendo los privilegios y los reglamentos concedidos a las ciudades catalanas. Entre las prerrogativas de esta ciudad se encontraba la posibilidad de constituir gremios, asociaciones de oficio regladas según los estatutos de las corporaciones barcelonesas pertenecientes al mismo grupo.

A la ciudad de Oristano de la edad española se refieren los documentos más antiguos de la Sartiglia. Actualmente no sabemos si antiguamente la propia autoridad ciudadana organizaba el evento de la carrera o tiro a la estrella con ocasión de especiales fiestas, tampoco conocemos en qué momento histórico los gremios empezaron a ocuparse de su organización. La tradición más antigua, trasferida oralmente por los habitantes de Oristano y, especialmente, por los participantes en la manifestación, ya sean éstos antiguos miembros de los gremios o ancianos caballeros, nos cuenta que desde sus orígenes la Sartiglia nunca conoció interrupción y que cada año, con buenas o malas condiciones meteorológicas, tanto en tiempo de guerra como de paz, la Sartiglia se corría y que su Componidori dirigía el ceremonial de la carrera.

Desde hace quinientos años, la Sartiglia caracteriza la historia de la ciudad. Esta larga tradición hace que la corrida penetre profundamente a través de la cultura y la sociedad de Oristano, con la magia de ofrecerse en cada edición renovada y rica de su antiguo pasado.


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