La Desvestición

A la conclusión de la carrera de parejas, el cortejo se recompone y vuelve al recorrido de la via Mazzini. Ahora, a la puesta del sol, el desfile de caballos y caballeros señala el término de la carrera. Especialmente el martes, el clima de la fiesta del cierre de la manifestación del día lo marcan el público y todos los participantes en la manifestación aunque esto sucede también todo el año. En particular, la entrega de las preciosas escarapelas de los caballos por parte de los caballeros al público extasiado exalta la atmósfera de la fiesta. Al término del desfile, el cortejo formado por los trompetistas, los tamborileros, el gremio y los caballeros, se dirige hacia la sede del gremio donde ha tenido lugar la vestición de su Componidori. Tras haber alcanzado el local, éste saluda a todos los caballeros y a los presentes, y entra, boca arriba sobre el caballo, en la sala. Alcanzada “sa mesitta”, en completo silencio, el jefe de carrera puede saltar a la mesa, dejando su caballo en manos de un escudero. El tripudio de trompetas y de tambores, las gritas de exultación y los aplausos saludan el regreso de su Componidori. Así, empieza la ceremonia de la desvestición. Quitados el sombrero de copa y el velo, el extraordinario redoble de los tambores indica el momento en que se quita la máscara: en ese instante su Componidori vuelve a ser un caballero. Desde ese momento, el gremio, los caballeros y todos los presentes se dirigen hacia él para saludarlo y congratularse. La fiesta seguirá hasta muy avanzada la noche.


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